JARDINES RECORTABLES: 2011

sábado, 17 de septiembre de 2011

NOTA PREVIA, ADVERTENCIA, RECOMENDACIÓN, PETICIÓN Y CONTACTO

NOTA PREVIA

El contenido de este texto es reproducción del publicado en 1994 con las siguientes referencias:

HESPÉRIDES

Plaza Mayor. 23 - 1° 37005 Salamanca

Emilio Rodríguez. del texto

Zacarías González. de las ilustraciones

ISBN: 84-88895-05-4 Depósito Legal: S. 917-1994

Imprime: Gráficas VARONA

Rúa Mayor. 44. Telef. (923) 263388. Fax 271512 37008 Salamanca

ADVERTENCIA

La obra original ha sido maquetada nuevamente para facilitar su publicación electrónica en un blog del Poeta Emilio Rodríguez, han desaparecido las ilustraciones, ha cambiado la portada, la contraportada, el número de páginas y el Índice.

RECOMENDACIÓN

Dado que la edición original está agotada, el autor autoriza a sus lectores a reproducir esta obra para uso personal, con el ruego de que se cite su procedencia.

PETICIÓN

Si algún lector quedase muy complacido con la lectura de, JARDINES RECORTABLES puede manifestar su satisfacción entregando un pequeño donativo a cualquier organización dedicada a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de este mundo.

CONTACTO

Los lectores que deseen ponerse en contacto con el autor de este libro pueden hacerlo escribiendo a su dirección electrónica poetaemiliorodriguez@gmail.com

ÍNDICE

TEXTO DE LA SOLAPA DE LA PORTADA

PERSISTENCIA DEL TACTO

QUEIXA DA FRATERNIDADE

METEOROLOGÍA ELEMENTAL

LOS LIBROS DE VERSOS CAMINAN MUY LENTAMENTE

TEXTO DE LA SOLAPA DE LA CONTRAPORTADA

TEXTO DE LA SOLAPA DE LA PORTADA

EMILIO RODRÍGUEZ nació en VilIar de Adralés (Asturias). cerca de Canqas del Narcea y no ha perdido sus raíces asturianas aunque ha repartido su vida por Castilla. especialmente por la ciudad de Salamanca en la que ha vivido veinte años.

Poeta. escritor y periodista ha publicado «Pregunto por el silencio» (Guadalajara. 1977). «Marea de Bolsillo» (Cuenca. 1983). «Como árboles que andan» (Madrid. 1984). «El canto funeral de la distancia» (Salamanca. 1989) y «Horas Menores» (Salamanca. 1989) todos ellos libros de poesía a los que ahora se suman estos «Jardines Recortables».

I PARTE

«Come pianqe uno sbronzo. con tutto iI suo corpo»

(Como llora un borracho. con todo su cuerpo)

Cesare Pavese

CUADERNO

Rincón de más abril. Patria del agua

por donde van las rutas minerales

cabellos de gorgona atenazados

por la pequeña historia. Miel de días

cosidos por un lazo como arena.

De la escritura terca del sembrado

construyo otro remanso con espadas

PAISAJE DE BATALLA

(Los Arapiles. Salamanca)

Los muertos, en el polvo, reclaman una historia,

un traje de palabras para sus huesos idos.

para sus manos de aire, sin dedos, sin anillos.

El paso del silencio enerva la llanura.

Sentado en esta muerte,

describo mis espaldas.

HALLAZGO FÓSIL.

Y tú dices el tiempo, silabeas

la historia cadenciada de los árboles.

Estoy detrás del muro, oigo los pasos

de estatuas amarillas que desplazan

un toldo con la piel de nuestras ansias

FINAL DE VERANO

Nos aguardan ahora los arcos de la calle,

vocablos apilados que fueron nuestro idioma.

En un rincón de sombra, como traje sin cuerpo,

Está, azulado y pétreo, el miedo de mañana.

PREGUNTAS A LA LLAMA

¿De dónde esta monstruosa escarpadura

que construye el incendio, que construye

la IIama interrogante, lengua o mano?

¿Por qué tanto vacío, tantas horas

redondas. como naipes van cayendo

al lago, ya horizonte de los ojos?

MEMORIAL

No tienes ya juguetes. Tu pasado

depende del nivel que alcance el agua.

Papeles con tu historia van flotando

por donde los pinares ya son fósiles.

Tan sólo es persistente aquella playa

que llena nuestras sábanas de espuma.

CLAMOR UMBRAE

(Para Ricardo López Serrano)

Un niño en la ventana. Trenes lentos

dibujan el perfil de las ciudades.

La noche está detrás de los armarios

y lleva sus manoplas de sarmiento.

Ya nadie en la ventana. El alarido

recorre las venilIas de los mapas.

Un hombre está sentado sobre el cielo

GÉNESIS LOCAL

(Para Ana M^a Sánchez)

Aroma de cristal de siempreviva,

cantata para verdes salivados.

Descríbeme los pies de las euménides

que ves hilar la vida en los espejos.

ESTADO DE SED

Si fuera mediodía cuando manos deliran

o dan saltos los racimos.

Columnas salomónicas del tedio.

Si fuera mediodía cuando la noche

coloca sus banderas en mis ojos.

INCOMUNICACIÓN

No basta descender a los jardines

que guardan la inquietud de tantos vientos.

Poner señales móviles, andamios

que de la noche vierten a los vasos.

No basta estar ausente para oírnos.

REENCUENTRO

Quizá no duela tanto

la espina transferida

como de aquel recuerdo

las teselas brillantes,

ajimeces de sombra

venidos de otros años

para empinar los árboles

ahora horizontales.

CLAVE DE RECUERDO

Genética locuaz del día del vino.

como andadura lánguida de pieles.

Los ácimos de entonces nos habitan

desde otras manos lentas, esquemáticas,

debajo del volcán de nuestros huesos.

CANON

Quizá fue esta textura de huesos manuscritos

lo que llevó mi mano, posada en la nostalgia,

a dibujar tu rostro o inducirIo al olvido.

HISTORIA RECORTABLE

(Para Antonio Zamarreño y Miguel)

Miguel, toda la noche

se ha vuelto una escalera

por donde baja el agua

llevando nuestros rostros.

MigueI, he visto el viento,

caballo de ceniza,

rodar por los tejados

hasta encender la plaza.

ENTREACTO

Descalzo ando la noche más antigua.

por sobre lenguas flácidas, aullidos,

palabras desangradas, servilletas

de aquel banquete habido con los muertos.

PROMETEO

Y la ciudad manos de espuma

al tiempo que se empina para verse.

Babosa interminable es este cielo

que sigue succionando su costado

DE PROFUNDIS

(Para Luis Frayle DeIgado)

Estábamos detrás de aquella torre

cuando se abrió la noche y fue un aullido

todo el perfil del pozo en que mirada.

De hierro la saliva y de guijarros

amaneció el sudor en nuestras manos.

y estábamos debajo de un silencio

que ya tan sólo arena o lodo y labio.

INSCRIPCIÓN

Veía tu corazón reclinado en la sombra

cuidando los cristales, apacentando el tiempo.

Pasillos aceitados por ecos de galope

y de las manos torpes apenas un esqueje

que siempre cultivabas, aunque ladre la noche.

DE TARDES IGNORADAS

Nacieron los helechos, alambradas

para encerrar el éxodo del vino.

Y de tu vientre claro una pagoda

formada por el humo de los días.

Miré detrás del mar y no había nadie

MESTER DE CETRERÍA

Venimos por la noche haciendo túneles

con sonidos de espalda de ballesta.

RITOS DE DEPASO

No agites las montañas. No sacudas

la toalla del mar. Deja que vuelva e

l alazán de niebla que se ha ido

para incendiar el cielo con su espuma.

PARANOIA

Si el mar nos muerde los tobillos

o nubes apacientan nuestros ojos,

¿cómo franquear el muro de espineras

que cierra los accesos de la historia?

Aquí se nutre el tiempo de volcanes

debajo del cristal de los sudores.

PROCEDIMIENTO

Y ¿cómo me dirás que ya te has ido

cuando del agua brotan las ventanas?

Cuando tus pies me escriban en la acera

sabré que el viento estuvo ilusionado.

y ¿cómo me dirás que todavía

te vistes con mi piel algunas noches?

ZUREO DE SALÓN

De ti, por ti, la aurora y tantas manos

como delgados puentes nos insisten.

La lluvia se desangra en este lecho

donde fugados lazos fingen dudas.

TRAYECTORIA

Me visto de metal y me amanezco

para decir espacios bilabiales,

para que fuentes canten y dispongan

la página final de cuanto es miedo.

No tengo otro país que tu mutismo.

SIC TRANSIT

Testigos del pasar fueron tus ojos,

tus manos agitadas de nostalgia.

Encima de los montes de la duda

alzó su palacete el desencanto.

Testigos de tus ojos fueron estos

guijarros que la luz dorada lame.

PAIDEIA

Y más cerca del aire, más adentro

del vientre geodaI donde me anidas,

percibo sombras álgidas, Gigantes

que llevan nuestra voz como una espada.

Aquello que persigues está escrito

en los Iabiados ámbitos del gesto.

BALCÓN DE UNAMUNO

Tirito por hilar versos que vienen

a desmentir el halo de la duda.

Persigo desde el suelo estas luciérnagas

IIegadas del rincón donde no estuve.

LABERINTO

Tú puedes ser el mármol o tú puedes

andar los ventisqueros, las borrascas.

Manejarás el hierro de los besos

en esta confortable mascarada

donde te vas hundiendo lentamente

mientras amaina el viento o la cerveza.

MOTIVACIÓN

Como me mima el viento y me dispersa,

así las tretas húmedas del sueño

me van encaminando hacia otra huida.

MANUAL DEL AGITADOR

(Para Carmen Esparza y Ángel)

Y puede que los muros no te escuchen,

mas siempre tendrás manos para ver

la piel que esculpe el tiempo en las paredes.

AMBULATORIO

El humo de los cuerpos me calcina.

Afuera hay un invierno que retiene

el abrazo del aire en tragaluces.

El humo de los cuerpos me acapara.